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Cápsulas
Cada año, del 15 al 23 de enero en Chiapa de Corzo, un grupo de danzantes recorre las calles con los rostros cubiertos con máscaras blancas y sarapes de colores. Es la danza de los parachicos, se cree que data del siglo XVII, y escenifica la historia de una dama española que vivía en Guatemala y buscaba cura para su hijo, le pidieron que fuera con un curandero indígena. Cuando el niño se curó, los pobladores bailaron de gusto con una máscara blanca, pues la madre era muy blanca y los danzantes no querían asustar al niño. De esto y más trata este documento visual.
Fotografías
La Fototeca Nacional recibió, en dos entregas realizadas en 1976 y 1979, el material que integró las exposiciones: La fotografía como testimonio histórico e Historia de la fotografía en México, cuyas sedes fueron el Museo Nacional de Historia, localizado en el Castillo de Chapultepec, y el Museo Nacional de Antropología, respectivamente. Estas dos muestras de gran relevancia asentaron la importancia de la fotografía antigua e hicieron evidente el papel que jugó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la revaloración de este medio.
El material incluía una colección de imágenes de cámara, álbumes del siglo XIX y aparatos fotográficos, así como el célebre daguerrotipo de la Guerra de 1847, por muchos años exhibido en el Museo Nacional de Historia. Lamentablemente, según los criterios de la época, estas donaciones se subdividieron para incorporar algunas piezas a otros fondos, con la intención de facilitar la búsqueda y conservación de las imágenes, dejando juntos solo un álbum y varios negativos relacionados con la historia del Museo Nacional y del INAH.
Hoy contiene 281 piezas (212 negativos y 69 positivos) que abarcan de fines del siglo XIX a las primeras décadas del XX. Entre las temáticas figuran retratos de personajes ilustres de la aristocracia europea, imágenes de colaboradores, instalaciones museográficas y piezas tanto del antiguo Museo Nacional como del Museo Nacional de Historia.
Fotografías
El 28 de agosto de 1979, Carlos Vidali C., en nombre y representación de su padre Vittorio Vidali, último compañero de la fotógrafa Tina Modotti, donó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) 94 piezas (84 negativos y 10 transparencias) realizadas entre 1923 y 1930, material que ingresó a la Fototeca Nacional en septiembre de ese mismo año. Assunta Adelaide Luigia Modotti (Tina) nació en Udine, Italia, el 17 de agosto de 1896. A los 17 años emigró y se casó con el poeta y pintor Roubaix de L´Abrie Richey, mejor conocido como Robo, quien atraído por las noticias sobre México que circulaban en Los Ángeles, decidió visitarlo. Aquí murió en 1922 y Tina acudió a su funeral. Fascinada por el país regresó un año más tarde en compañía del fotógrafo Edward Weston, influencia decisiva en su vida y en su trayectoria artística. En la capital, la pareja se integró rápidamente al grupo de artistas e intelectuales que giraban en torno a Diego Rivera y al proyecto cultural revolucionario que parecía echar raíces en México. Ambos exhibieron tanto en la ciudad de México como en Guadalajara, con críticas favorables, lo que fue llevando a Tina a un compromiso mayor con la fotografía. A fines de 1925 adquirió una cámara de formato medio, una Graflex que más adelante quedaría en manos de Manuel Álvarez Bravo. En marzo de 1926, comenzó con Weston el proyecto de fotografiar artesanías y arquitectura colonial para ilustrar el libro de Anita Brenner, Ídolos tras los altares (1929), encomienda que les llevó por Jalisco, Michoacán, Puebla y Oaxaca.
Hacia fines de ese año, Weston abandonó México definitivamente y Modotti permaneció en el país, involucrada con su quehacer fotográfico y con el proyecto político del Partido Comunista, vínculo intensificado por su relación con Xavier Guerrero, pintor y miembro activo de dicha organización. No obstante, mantuvo un intercambio epistolar con el fotógrafo, la cual permite rastrear sus inquietudes en torno a su trabajo artístico. Su obra comenzó a aparecer en revistas culturales como Forma, Creative Art Mexican Folkways, así como en publicaciones de izquierda mexicanas (El Machete), alemanas (AIZ), norteamericanas (New Masses) y soviéticas (Puti Mopra). Registró la labor de dos grandes muralistas del momento, Diego Rivera y José Clemente Orozco, a la vez que mantuvo amistad con artistas más jóvenes que experimentaban con otros lenguajes plásticos, como del movimiento estridentista. En la segunda mitad de 1928 comenzó su corta relación amorosa con Julio Antonio Mella, comunista cubano exiliado en México. En enero de 1929, Mella fue asesinado y Tina se vio involucrada en las investigaciones sobre el caso. En este clima hostil concretó dos importantes proyectos: viajó a Tehuantepec, donde realizó algunas fotografías que marcaron un giro en su lenguaje formal, que parecía encaminarse hacia una expresión más libre, y en diciembre montó en la Biblioteca Nacional su primera exposición individual. Para tal ocasión escribió una especie de manifiesto que devino en hito de la fotografía en México. En febrero de 1930 fue expulsada del país, acusada de participar en un complot para asesinar al presidente electo, Pascual Ortiz Rubio. Llegó a Berlín, donde intentó trabajar como fotógrafa sin mucho éxito. Partió a Moscú y se incorporó de lleno al Socorro Rojo Internacional, una de las organizaciones auxiliares de la Internacional Comunista. Poco a poco abandonó la fotografía, dedicando todo su esfuerzo a la acción política. En la capital soviética reafirmó su vínculo con Vittorio Vidali (el Comandante Carlos), comunista italiano al que había conocido en México, y con quien compartió la última década de su vida. En 1936, combatió en España en el bando republicano, y, ante la derrota de éste, en 1939, se vio obligada a emigrar nuevamente. Regresó entonces a la capital mexicana, donde murió el 5 de enero de 1942.
La producción fotográfica de Tina Modotti se circunscribió básicamente a los años vividos en nuestro país, e incluso ha llegado a emblematizar algunos aspectos de la vida del México de entonces. En sus inicios como fotógrafa, privilegió las composiciones de elementos aislados de la vida cotidiana, tal como hacían en ese momento muchos autores de Europa y los Estados Unidos. Estos ensayos le permitieron desarrollar conocimiento del encuadre y de la limpieza en la composición, resultado de un meditado proceso creativo que iba desde la toma hasta el trabajo de laboratorio. Modotti incursionó en la representación de la modernidad arquitectónica y urbana. Posteriormente, su militancia política la llevó al registro de eventos del Partido Comunista y a realizar ensayos en torno a emblemas y símbolos, como la maternidad. Siempre tuvo especial sensibilidad para el retrato, los que efectúo denotan poderosamente la personalidad del sujeto. Marcó, junto con Weston, un rumbo diferente para la fotografía –que adquiriría nuevos matices en la obra de Agustín Jiménez o de Manuel Álvarez Bravo–, y es por ello que ambos ocupan un lugar destacado en la historia de la fotografía en México.
El Proyecto de Historia Oral Refugiados Españoles en México consta de 120 entrevistas realizadas a personas que llegaron a México como consecuencia de la Guerra Civil en España. El proyecto inició en 1979 y terminó formalmente a principios de la década de los noventa, aunque después se efectuaron nuevas entrevistas.
La mayoría de las conversaciones se realizaron en México, la tercera parte se realizó en España, una se hizo en Italia y otra en Estados Unidos. Las entrevistas son imprescindibles para entender procesos transnacionales del siglo XX en diversas regiones del mundo. La estructura de cada diálogo se realizó con un cuestionario base que se enfoca en la biografía de cada entrevistado con un relato cronológico y ordenado por los antecedentes biográficos; la Segunda República; Guerra Civil; exilio. Cada entrevista cuenta con su transcripción, el audio completo de la entrevista y un fragmento sobre un momento significativo de la vida de cada individuo.
Libros
El Instituto Panamericano de Geografía e Historia fue creado el 7 de febrero de 1928, durante la VI Conferencia Internacional Americana celebrada en La Habana, Cuba, a nivel de Ministros de Estados Americanos.
A petición de la representación del gobierno mexicano la sede quedó establecida en la ciudad de México, mediante un decreto de fecha 5 de mayo de 1930, puso a disposición de las naciones americanas un edificio en la calle de ex-arzobispado 29, de la Colonia Observatorio.
En 1949, un año después de suscrita en la Conferencia de Bogotá, la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Instituto firmó un acuerdo con el Consejo de ésta y se convirtió en su primer organismo especializado. Dicho acuerdo fue modificado y firmado de conformidad en la ciudad de Washington, D.C. el 6 de mayo de 1974.
Desde su fundación, el Instituto Panamericano de Geografía e Historia ha apoyado y contribuido decididamente al avance de las ciencias que corresponden a su campo de acción.
El IPGH mantiene vínculos con múltiples organizaciones afines a sus áreas de investigación, mediante los cuales brinda colaboración a los Estados Miembros. El Instituto cuenta con un acervo bibliográfico denominado "José Toribio Medina", que se encuentra actualmente alojado en la Biblioteca "Guillermo Bonfil Batalla" de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), integrado por más de 231,000 ejemplares disponibles para consulta en sala y domicilio, así como obras en versión digital. Por otra parte, el patrimonio cartográfico del Instituto está depositado en la Mapoteca "Manuel Orozco y Berra" —que es administrada por el Servicio de Información Agrícola y Pesquero (SIAP), México—, la colección del mapas del IPGH asciende a 53,000 mapas.
Exvotos mexicanos
En el mes de marzo de 2019 el gobierno de Italia restituyó una colección de 594 exvotos a México, los cuales fueron sustraídos del país de manera ilegal. Estos pequeños retablos, en los que se agradecía a las divinidades algún milagro recibido, fueron elaborados en los siglos XVIII al XX, y proceden en su mayoría de templos de Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Colima, San Luis Potosí y Zacatecas.
Los exvotos mexicanos son un claro ejemplo de la riqueza cultural popular de nuestro país. A través de ellos se busca dejar constancia de su poder milagroso para curar enfermedades, evitar lesiones graves e incluso la muerte al sufrir un accidente; eludir injusticias, como el encarcelamiento de una persona inocente, o como protección de aquellos miembros de la milicia que rogaron para evitar los peligros propios de su labor.
En la vida de los pueblos originarios de linaje amerindio, la música y los sonidos rituales desempeñan un papel primordial, ya que son expresiones de su manera de ver y ordenar el mundo. Por ello, existen abundancia de cantos, musicalidades y estructuras sonoras ligadas ineludiblemente a esa identidad cultural en permanente movimiento. A través de este programa radiofónico con formato de radioentrevista se pretende difundir los acervos de la Fonoteca, principalmente la serie Testimonio Musical de México como uno de los ejes que vinculan o expresan la unión entre música y cultura como un sistema integrado. Asimismo, tiene el objetivo de abordar temáticas relacionadas con la música, como la migración, el Carnaval, la lengua materna, el comité pro pirekua, la Navidad, entre otros. El título del programa alude al del fonograma 50 de la serie discográfica del INAH, así como a uno de los versos de un poema de Nezahualcóyotl. También es una metáfora de la propia Fonoteca INAH. Es una producción de la Fonoteca del INAH y es transmitido por internet como parte del proyecto Totlahtol Radio Nuestra Palabra de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI), del Gobierno de la Ciudad de México.
Mediateca INAH es el repositorio digital de acceso abierto del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México a través del cual pone a disposición del público el patrimonio cultural e histórico a su cargo.
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