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|aLa escena se encuentra inspirada en el pasaje bíblico que narra: "Partió pues, Tobías,... y paró en la primera posada junto al río Tigris y habiendo salido para lavarse los pies, he aquí que saltó un pez disforme para tragárselo, a cuya vista Tobías, despavorido, dio un gran grito diciendo: ¡Señor, que me embiste! Díjole el ángel: Agárrale de las agallas y tíralo hacia ti; lo que habiendo ejecutado, lo sacó arrastrando a lo seco, y empezó a palpitar a sus pies..." (Tobías VI,1-4). En esta pintura se observa a Tobías con el pie derecho aún en las aguas del Tigris, y a su lado el pescado; el arcángel san Rafael en primer plano, ricamente vestido a la usanza renacentista con peto y faldellín de soldado romano, y túnica decorada con ojos que hacen referencia al ojo de Dios. Sostiene, con su mano derecha, un bordón de peregrino. (1) (1) George Ferguson, Signos y símbolos en el arte cristiano, p. 58. |